Diferentes análisis muestran que el éxito profesional se decide no sólo en función de la aptitud, es decir, el ser apto para el trabajo a realizar por tener un determinado nivel de conocimientos. como decía en el post anterior parece que existen tres condiciones básicas y que en el caso de no cumplirse alguna de las tres, ese éxito profesional no suele alcanzarse. Esas tres condiciones son:
· Un nivel de conocimientos técnicos o profesionales suficiente.
· Una capacidad de trabajo igual a la media.
· Unas relaciones colaterales al trabajo, pero fuera del lugar donde se
realiza, excelentes.
Vemos, pues, que el conocimiento aprendido en la universidad no garantiza el éxito profesional, cuestión que apoyan otros estudios, los cuales afirman que el 90% de las habilidades necesarias para desenvolverse en el ámbito empresarial, no forman parte de lo aprendido en los libros de texto.
Esas habilidades que no se aprenden en los libros de texto, son también las que nos ayudan a manejar nos fuera del ámbito laboral. Son, por tanto, esenciales en todos los aspectos y sin embargo, no aparecen en la enseñanza reglada. Por otro lado, esas habilidades -una vez aprendidas- sufren mínimas variaciones a lo largo del tiempo, cosa que no sucede con el conocimiento “duro”.
Vamos a hablar en este apartado de los factores que influyen en el éxito profesional y he querido remarcar la importancia (mayor que el de ningún otro aspecto) de esas habilidades, las cuales se suele denominar como “relacionales o sociales”. Sin embargo, estas no serán tocadas en este apartado, el cual dedicaremos exclusivamente a los aspectos behavioristicos o actitudinales, con C, así como los aspectos técnicos que pueden procurarnos el éxito profesional.
Aspectos relacionales o sociales:
· Capacidad general para las relaciones sociales.
· Habilidades comunicativas (comunicación verbal y no-verbal).
· Conocimiento del protocolo, tanto laboral como social.
· Práctica de actividades colaterales, deportivas, sociales, asociacionales, etcétera.
· Capacidad para las relaciones sociales
Como hemos dicho, no corresponde centrarnos en los aspectos anteriores en este apartado. Sí lo haremos sobre los dos bloques siguientes.
Aspectos behaviorísticos o actitudinales:
· Motivación por el logro
· Adaptabilidad
· Compromiso aprendizaje continuo
· Foco en componente/accionista
· Iniciativa/proactividad
· Gestión de redes
· Solución/juicio de problemas
· Maestría en su especialidad
· Trabajo en equipo y cooperación
Aspectos técnicos:
· Conocimientos (técnicos, del producto, etc.)
· Habilidades específicas (análisis financiero, jurídico, etc.)
Entre los aspectos behaviorísticos podemos encontrar:
· Habilidades personales (por ejemplo para el análisis y la solución de problemas).
· Papel social: Como usted quiere que los otros le vean y cómo logra que le vean, lo que se denomina su “yo-externo”, la imagen que usted proyecta (por ejemplo, un gran experto en relaciones internacionales con capacidad para representar a la empresa)
· Autoimagen: lo que realmente es importante para usted, su “yo-interior”, la realidad sentida de sus actitudes y valores (por ejemplo seguro de sí mismo, capaz de entablar relaciones personales, leal, honesto, etc.).
· Rasgos específicos (por ejemplo autocontrol, atención especial a los detalles, etcétera)
· Motivación (por ejemplo logro personal o grupal, poder, afiliación, etc.).
El modelo del iceberg
Uno de los modelos más fáciles para mostrar la relación de los diferentes aspectos que influyen en el éxito profesional y personal lo encontramos en el denominado “modelo del iceberg”. Según este modelo, en la parte superior del iceberg, desde el ámbito laboral, percibimos claramente el conocimiento técnico, justo por encima de la capacidad para realizar una tarea física o técnica (por ejemplo análisis financiero), una tarea cognoscitiva, como la solución de problemas. Ambas vendrían representadas por la parte visible del iceberg.
Ciertamente, el relativamente fácil ver a la gente realiza su tarea, o bien fijarse exclusivamente en esa tarea, para realizar una medida. Sin embargo, esa parte visible del iceberg debe de apoyarse en otras especificidades de la persona, las cuales, como vemos en la imagen, son las que hacen visible las partes citadas, de no ser así las primeras permanecerían por debajo de la línea del agua, es decir, se harían invisibles. Analicemos esas partes sumergidas.
Papel social
El papel social está relacionado con cómo nos proyectamos hacia el exterior, la imagen que queremos y/o logramos proyectar. Por ejemplo, algunos doctores pueden proyectar la imagen de “experto”, al concentrarse su conocimiento de forma específica sobre una determinada función. Otros pueden proyectar la imagen de “colaborador eficaz” al concentrarse en lo que ellos pueden hacer para otros. En definitiva, proyectamos una determinada imagen al poner énfasis en la realización de un “papel”.
Autoimagen
La autoimagen afecta a nuestras actitudes, con C, pues valora y está relacionada con los sentimientos que tenemos sobre nosotros mismos y lo que es importante para nosotros como individuos, nuestro yo-interior. Decimos que afectará nuestras actitudes, puesto que si nos consideramos un trabajador eficiente, colaborador eficaz y responsable, con seguridad en sí mismo y en sus conocimientos, es probable que podamos realizar determinadas operaciones o labores de forma diferente a como lo haríamos si no tenemos seguridad en nosotros mismos.
Rasgos específicos
Los rasgos específicos son las características o formas habituales y específicas de responder ante variar a situaciones. Unos serán capaces de observar el detalle en un producto, o comprender ese detalle en una negociación. Las distintas posiciones laborales requieren rasgos específicos, así, si el trabajo implica desactivar situaciones emocionales y por lo tanto requieren autocontrol, deberíamos de buscar a alguien que demuestre poseer ese rasgo específico, el autocontrol, entre los diferentes candidatos.
Motivación
La motivación generalmente es algo profundamente arraigado y se forma en las etapas tempranas de la vida. Es aquello que las personas conscientemente anhelamos y por lo que estamos dispuestos a esforzarnos. Por ejemplo, alguien que esté muy motivado por el logro, siempre se esforzará por hacer un mejor trabajo, por el contrario, alguien a quien motivan las relaciones sociales puede estar más satisfecho en un papel que implique tratar con la gente y su énfasis lo pondrá en la construcción y mantenimiento de relaciones sociales satisfactorias.
Uso práctico de los factores de éxito.
Lo importante de todo lo anterior es que podemos identificar lo que los individuos demuestran con su comportamiento, sin tener en cuenta los motivos subyacentes.
· Un nivel de conocimientos técnicos o profesionales suficiente.
· Una capacidad de trabajo igual a la media.
· Unas relaciones colaterales al trabajo, pero fuera del lugar donde se
realiza, excelentes.
Vemos, pues, que el conocimiento aprendido en la universidad no garantiza el éxito profesional, cuestión que apoyan otros estudios, los cuales afirman que el 90% de las habilidades necesarias para desenvolverse en el ámbito empresarial, no forman parte de lo aprendido en los libros de texto.
Esas habilidades que no se aprenden en los libros de texto, son también las que nos ayudan a manejar nos fuera del ámbito laboral. Son, por tanto, esenciales en todos los aspectos y sin embargo, no aparecen en la enseñanza reglada. Por otro lado, esas habilidades -una vez aprendidas- sufren mínimas variaciones a lo largo del tiempo, cosa que no sucede con el conocimiento “duro”.
Vamos a hablar en este apartado de los factores que influyen en el éxito profesional y he querido remarcar la importancia (mayor que el de ningún otro aspecto) de esas habilidades, las cuales se suele denominar como “relacionales o sociales”. Sin embargo, estas no serán tocadas en este apartado, el cual dedicaremos exclusivamente a los aspectos behavioristicos o actitudinales, con C, así como los aspectos técnicos que pueden procurarnos el éxito profesional.
Aspectos relacionales o sociales:
· Capacidad general para las relaciones sociales.
· Habilidades comunicativas (comunicación verbal y no-verbal).
· Conocimiento del protocolo, tanto laboral como social.
· Práctica de actividades colaterales, deportivas, sociales, asociacionales, etcétera.
· Capacidad para las relaciones sociales
Como hemos dicho, no corresponde centrarnos en los aspectos anteriores en este apartado. Sí lo haremos sobre los dos bloques siguientes.
Aspectos behaviorísticos o actitudinales:
· Motivación por el logro
· Adaptabilidad
· Compromiso aprendizaje continuo
· Foco en componente/accionista
· Iniciativa/proactividad
· Gestión de redes
· Solución/juicio de problemas
· Maestría en su especialidad
· Trabajo en equipo y cooperación
Aspectos técnicos:
· Conocimientos (técnicos, del producto, etc.)
· Habilidades específicas (análisis financiero, jurídico, etc.)
Entre los aspectos behaviorísticos podemos encontrar:
· Habilidades personales (por ejemplo para el análisis y la solución de problemas).
· Papel social: Como usted quiere que los otros le vean y cómo logra que le vean, lo que se denomina su “yo-externo”, la imagen que usted proyecta (por ejemplo, un gran experto en relaciones internacionales con capacidad para representar a la empresa)
· Autoimagen: lo que realmente es importante para usted, su “yo-interior”, la realidad sentida de sus actitudes y valores (por ejemplo seguro de sí mismo, capaz de entablar relaciones personales, leal, honesto, etc.).
· Rasgos específicos (por ejemplo autocontrol, atención especial a los detalles, etcétera)
· Motivación (por ejemplo logro personal o grupal, poder, afiliación, etc.).
El modelo del iceberg
Uno de los modelos más fáciles para mostrar la relación de los diferentes aspectos que influyen en el éxito profesional y personal lo encontramos en el denominado “modelo del iceberg”. Según este modelo, en la parte superior del iceberg, desde el ámbito laboral, percibimos claramente el conocimiento técnico, justo por encima de la capacidad para realizar una tarea física o técnica (por ejemplo análisis financiero), una tarea cognoscitiva, como la solución de problemas. Ambas vendrían representadas por la parte visible del iceberg.
Ciertamente, el relativamente fácil ver a la gente realiza su tarea, o bien fijarse exclusivamente en esa tarea, para realizar una medida. Sin embargo, esa parte visible del iceberg debe de apoyarse en otras especificidades de la persona, las cuales, como vemos en la imagen, son las que hacen visible las partes citadas, de no ser así las primeras permanecerían por debajo de la línea del agua, es decir, se harían invisibles. Analicemos esas partes sumergidas.
Papel social
El papel social está relacionado con cómo nos proyectamos hacia el exterior, la imagen que queremos y/o logramos proyectar. Por ejemplo, algunos doctores pueden proyectar la imagen de “experto”, al concentrarse su conocimiento de forma específica sobre una determinada función. Otros pueden proyectar la imagen de “colaborador eficaz” al concentrarse en lo que ellos pueden hacer para otros. En definitiva, proyectamos una determinada imagen al poner énfasis en la realización de un “papel”.
Autoimagen
La autoimagen afecta a nuestras actitudes, con C, pues valora y está relacionada con los sentimientos que tenemos sobre nosotros mismos y lo que es importante para nosotros como individuos, nuestro yo-interior. Decimos que afectará nuestras actitudes, puesto que si nos consideramos un trabajador eficiente, colaborador eficaz y responsable, con seguridad en sí mismo y en sus conocimientos, es probable que podamos realizar determinadas operaciones o labores de forma diferente a como lo haríamos si no tenemos seguridad en nosotros mismos.
Rasgos específicos
Los rasgos específicos son las características o formas habituales y específicas de responder ante variar a situaciones. Unos serán capaces de observar el detalle en un producto, o comprender ese detalle en una negociación. Las distintas posiciones laborales requieren rasgos específicos, así, si el trabajo implica desactivar situaciones emocionales y por lo tanto requieren autocontrol, deberíamos de buscar a alguien que demuestre poseer ese rasgo específico, el autocontrol, entre los diferentes candidatos.
Motivación
La motivación generalmente es algo profundamente arraigado y se forma en las etapas tempranas de la vida. Es aquello que las personas conscientemente anhelamos y por lo que estamos dispuestos a esforzarnos. Por ejemplo, alguien que esté muy motivado por el logro, siempre se esforzará por hacer un mejor trabajo, por el contrario, alguien a quien motivan las relaciones sociales puede estar más satisfecho en un papel que implique tratar con la gente y su énfasis lo pondrá en la construcción y mantenimiento de relaciones sociales satisfactorias.
Uso práctico de los factores de éxito.
Lo importante de todo lo anterior es que podemos identificar lo que los individuos demuestran con su comportamiento, sin tener en cuenta los motivos subyacentes.
jajajajja k pendjaa descripcion putt0 +10 lince 7w7
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