23 mar 2012

Comunicación No Verbal: Diferencias Culturales- BRITÁNICOS (4).


En este cuarto post vamos a hablar más propiamente del lenguaje corporal en nuestras relaciones con británicos. Ya sabemos que la información puede ser transmitida a través de gestos y expresiones faciales (kinésica), del contacto entre la mirada del otro y la nuestra, por la distancia que mantenemos con nuestro interlocutor para que éste se sienta a gusto en la relación o realmente incómodo si no mantenemos esa distancia adecuada a su cultura, también de nuestro paralenguaje, esas señales que emitimos al modular en una u otra forma nuestra voz, etcétera.
Los británicos no son muy dados a mostrar sus emociones en las relaciones de negocios y si no queremos resultar incómodos para ellos nuestra actitud debe ser similar, es decir, mantener nuestras emociones dentro de unos límites.
En cuanto a los gestos, estos deben de ser comedidos, teniendo en cuenta que algunos de los utilizados por nosotros (las culturas latinas), pueden resultar incómodos en cualquier circunstancia. Exagerar un gesto puede ser interpretado como un comportamiento agresivo.
En lo relativo al contacto visual, los británicos muestran una tendencia a no mantener ese contacto por períodos largos de tiempo, lo contrario puede provocar malos entendidos. El contacto visual directo puede ser mal interpretado, incluso como una forma de hostilidad y/o agresividad. Esta última posibilidad puede ser modulada a través de otros componentes como la sonrisa, posición corporal, etc. Cuando estemos hablando a un grupo de personas debemos hacer contacto visual con todos ellos, sin mantener nuestra atención enfocada a una sola persona, de no hacerlo así estaremos infringiendo una norma básica de buena educación en aquella cultura.
En lo relativo a la expresión el "poner buena cara" debe ser una constante en nuestra actitud, incluso en momentos de adversidad, lo cual se relaciona con lo citado antes en lo relativo a moderar nuestras emociones. Mantener esa "buena cara" incluso en los malos momentos será interpretado como una muestra de fortaleza. Ellos, los británicos, se acercarán a la mesa de negociación siempre con
esa buena cara a pesar de un cierto aire de formalidad desapego.
La cultura británica rechaza el contacto físico. Excepto en lo relativo al saludo protocolario, cualquier forma de contacto se considerará inapropiada en las plazas comerciales. Otra norma a tener en cuenta es esperar a que sean ellas quienes inicien el contacto físico cuando nuestra relación sea con mujeres.
El carácter reservado de los británicos se muestra y destaca en el respeto del  espacio personal de los demás. Esto es algo muy valorado por ellos y mantener una distancia adecuada se considera esencial. Nosotros nos sentimos cómodos en la conversación frente a frente y de proximidad, ellos -si esa proximidad fuera necesaria- prefieren la conversación lado a lado, lo cual implica la posibilidad de plantear alguna cuestión caminando uno junto al otro sin necesidad de pararse frente a frente.
En cuanto al paralenguaje, los británicos hablan en voz audible pero sin levantar la voz. Interrumpir a los demás puede generar una mala opinión hacia nosotros. Normalmente sabemos que han terminado de hablar porque el énfasis y la intensidad de la voz cae ligeramente al final de la frase.
Muy a tener en cuenta será nuestra vestimenta. Una forma de vestir conservadora es la norma igualmente para hombres que para mujeres en las empresas. Los colores oscuros (negro, azul oscuro, gris oscuro) y las telas pesadas predominan. Los británicos, en muchos casos, tienen un conocimiento casi obsesivo en lo relativo a la "calidad" de las prendas y se puede notar una fugaz mirada en busca de esa calidad o de su ausencia. Es cierto que no en todas las profesiones esa actitud será la misma, no es igual que nuestra relación sea con un directivo del banco, un funcionario público o un abogado, donde el traje tradicional informal seguramente será imprescindible, a que esa relación la mantengamos con un creativo de publicidad o profesional de los medios de comunicación, los cuales seguramente vistan de una manera más informal, incluso extravagante, pero siempre con "estilo". Ante la duda siempre será preferible equivocarnos por un exceso de formalidad, el uso de ropa informal no se considera apropiado durante actividades de ocio, tampoco -por supuesto-en invitaciones aunque éstas sean fuera del lugar de trabajo.


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