"Desde que algunos ministros decidieron explicar didácticamente los porqués de la demolición del Estado, entendemos las cosas mucho mejor.
Un resumen de sus argumentos:
- Se pone precio a la sanidad para que continúe siendo gratuita y se expulsa de ella a determinados colectivos para que siga siendo universal.
- Se liquidan las leyes laborales para salvaguardar los derechos de los trabajadores.
- Se penaliza al jubilado y al enfermo para proteger a los colectivos más vulnerables.
- Ponemos las tasas universitarias por las nubes para defender la igualdad de oportunidades y estimulamos su privatización para que continúe siendo pública.
- Al objeto de mantener el orden público amnistiamos a los grandes delincuentes, ofrecemos salidas fiscales a los defraudadores y metemos cuatro años en la cárcel al que roba por hambre.
- Todo este programa reformador de gran calado no puede ponerse en marcha sin mentir, de modo que mentimos, sí, pero para que la verdad resplandezca.
- Dentro de esta lógica implacable, huimos de los periodistas para dar la cara y convocamos ruedas de prensa sin turno de preguntas para responder a todo.
- Para preservar nuestro electorado hacemos lo contrario de lo prometido, no cumplimos nuestra palabra, pero “cumplimos nuestro deber” (Rajoy dixit) y que nadie diga que nuestro deber es cumplir la palabra dada. ¿Desde cuando?
- Nadie que tenga un poco de buena voluntad pondrá en duda, por tanto, que hemos autorizado la subida del gas y de la luz a fin de que resulten más baratos y que obedecemos sin rechistar a Merkel para no perder soberanía.
- Quizá dispongamos que los aviones y trenes salgan con más retraso para que lleguen puntuales.
A nadie extrañe que -para garantizar la libertad- tengamos que suprimir las libertades."
Dedicado
(especialmente) a Montoro y Ana Mato
Cada día te superas. Angel
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