- Año : 2000
- Castellano
Resumen: Esto es la historia de un crimen: del asesinato de la realidad. Y del exterminio de una ilusión: la ilusión vital, la ilusión radical del mundo. Si el crimen fuera perfecto, también este libro debería ser perfecto, ya que quiere ser la reconstitución del crimen. Desgraciadamente, el crimen jamás es perfecto. Por otra parte, en este libro negro de la desaparición de lo real, no han podido ser descubiertos los móviles ni los autores y el cadáver de lo real jamás ha sido encontrado. En cuanto a la idea que preside el libro, tampoco ha podido ser descubierta nunca. Era el arma del crimen. Si bien el crimen jamás es perfecto, la perfección, por su parte, siempre es criminal, como su mismo nombre indica. En el crimen perfecto, la perfección misma es el crimen, de la misma manera que en la transparencia del mal, la transparencia misma es el mal. Pero la perfección siempre es castigada: el castigo de la perfección es la reproducción. Si las consecuencias del crimen son perpetuas, no hay ni asesino ni víctima. De haber alguno de los dos, un día u otro se conocería el secreto, y se resolvería el proceso criminal. El secreto, a fin de cuentas, es que los dos se confundan: En último término, el asesino y la víctima son una sola persona. No podemos concebir la unidad de la raza humana si no podemos concebir, en todo su horror, la verdad de esta última equivalencia (Eric Gans).En último término, el objeto y el sujeto son lo mismo. No podemos entender la esencia del mundo si no podemos entender, en toda su ironía, la verdad de esta equivalencia radical.
La realidad, impregnada de signos y convertida en información operativa alimenta lo virtual alejándonos de lo insignificante, del secreto, del "sol negro", de las sagradas apariencias. La voluntad codificadora y de cálculo ha sustituido a "la regla del juego del mundo": el accidente.
Traductor de Karl Marx, Bertolt Brecht y Peter Weiss fue ayudante de cátedra de la Universidad de Nanterre -¡que recuerdos mi querido Nanterre con su parque Pablo Picasso, con sus estudiantes de música, con sus vistas desde la alta torre, con…! Otros tiempos, otros años- en Paris. Junto a Roland Barthes, fue uno de los fundadores de la revista Utopie y se adhirió a la idea sartreana de «intelectual», independiente de los partidos. La influencia de Louis Althusser y Guy Debord es realmente importante para caracterizar al que Stevenson (1998) llama «primer Baudrillard». En los años 60 sostuvo que las teorías marxistas habían quedado desactualizadas: según su pensamiento, la nueva base del orden social era
el consumo y no la producción. En su libro Crítica a la economía política del signo se propuso explicar el surgimiento de la sociedad de consumo y la economía a través de la aplicación de las Teorías del Signo, originadas por la lingüística estructural de Ferdinand de Saussure, su vez, defiende que el marxismo es ya visto como «una corriente demasiado ocupada en cuestiones de economía política y demasiado alejada del análisis de la significación de la cultura». De Guy Debord, asumirá la exigencia de una política de vanguardia, heterodoxa y su crítica del efecto simulador que produce el exceso de mensajes hipercodificados y ajenos a la vida cotidiana. El estructuralismo le permitía describir la dinámica del consumo, basada en la adquisición de signos antes que de objetos. De esta forma, no se le ofrece al consumidor un objeto en relación a su función empírica, sino a través de su significado colectivo: prestigio, opulencia económica, estar a la moda, pertenecer a cierto grupo social, entre otros. En 1990, justo antes de que se iniciara la Guerra del Golfo, Baudrillard predijo que dicha guerra no ocurriría. Después de la guerra, proclamó haber estado en lo cierto: «La Guerra del Golfo no tuvo lugar». , los EE.UU. (y aliados) estaban en realidad luchando contra el ejército iraquí. Pero Saddam Hussein no hizo uso de su capacidad militar (la Fuerza Aérea iraquí) y su poder político-militar no se debilitó. El enemigo fue invicto, los vencedores no salieron victoriosos, y por lo tanto, no hubo guerra. Según su postura, Estados Unidos se ve comprometido con la ilusión de estar combatiendo, tal como la mente del jugador se ve inmersa en el videojuego donde la experiencia engaña a la consciencia haciéndole creer que es un actor de algo que no está sucediendo. Mientras el combate pudo haber sido real, sólo unas pocas personas en el otro extremo del planeta lo experimentaron. La «guerra» que fue transmitida por la televisión, y en consecuencia, la guerra tal como fue entendida por la mayoría de la gente, no fue realmente real. Baudrillard no negó que algo hubiera sucedido, sino que simplemente puso en duda que ese algo fuera una guerra. Según él, el mundo es una ilusión radical. Es una hipótesis como otra cualquiera. De todos modos, es insoportable. Y para conjurarla hay que realizar el mundo, darle fuerza de realidad, hacerle existir y significar a cualquier precio, eliminar de él cualquier carácter secreto, arbitrario, accidental, expulsar sus apariencias y extraer su sentido, apartarlo de cualquier predestinación para devolverle a su fin y a su eficacia máxima, arrancarlo de su forma para devolverlo a su fórmula. La simulación es exactamente esta gigantesca empresa de desilusión en favor de un mundo absolutamente real.
el consumo y no la producción. En su libro Crítica a la economía política del signo se propuso explicar el surgimiento de la sociedad de consumo y la economía a través de la aplicación de las Teorías del Signo, originadas por la lingüística estructural de Ferdinand de Saussure, su vez, defiende que el marxismo es ya visto como «una corriente demasiado ocupada en cuestiones de economía política y demasiado alejada del análisis de la significación de la cultura». De Guy Debord, asumirá la exigencia de una política de vanguardia, heterodoxa y su crítica del efecto simulador que produce el exceso de mensajes hipercodificados y ajenos a la vida cotidiana. El estructuralismo le permitía describir la dinámica del consumo, basada en la adquisición de signos antes que de objetos. De esta forma, no se le ofrece al consumidor un objeto en relación a su función empírica, sino a través de su significado colectivo: prestigio, opulencia económica, estar a la moda, pertenecer a cierto grupo social, entre otros. En 1990, justo antes de que se iniciara la Guerra del Golfo, Baudrillard predijo que dicha guerra no ocurriría. Después de la guerra, proclamó haber estado en lo cierto: «La Guerra del Golfo no tuvo lugar». , los EE.UU. (y aliados) estaban en realidad luchando contra el ejército iraquí. Pero Saddam Hussein no hizo uso de su capacidad militar (la Fuerza Aérea iraquí) y su poder político-militar no se debilitó. El enemigo fue invicto, los vencedores no salieron victoriosos, y por lo tanto, no hubo guerra. Según su postura, Estados Unidos se ve comprometido con la ilusión de estar combatiendo, tal como la mente del jugador se ve inmersa en el videojuego donde la experiencia engaña a la consciencia haciéndole creer que es un actor de algo que no está sucediendo. Mientras el combate pudo haber sido real, sólo unas pocas personas en el otro extremo del planeta lo experimentaron. La «guerra» que fue transmitida por la televisión, y en consecuencia, la guerra tal como fue entendida por la mayoría de la gente, no fue realmente real. Baudrillard no negó que algo hubiera sucedido, sino que simplemente puso en duda que ese algo fuera una guerra. Según él, el mundo es una ilusión radical. Es una hipótesis como otra cualquiera. De todos modos, es insoportable. Y para conjurarla hay que realizar el mundo, darle fuerza de realidad, hacerle existir y significar a cualquier precio, eliminar de él cualquier carácter secreto, arbitrario, accidental, expulsar sus apariencias y extraer su sentido, apartarlo de cualquier predestinación para devolverle a su fin y a su eficacia máxima, arrancarlo de su forma para devolverlo a su fórmula. La simulación es exactamente esta gigantesca empresa de desilusión en favor de un mundo absolutamente real.
No hay final para esta carrera desenfrenada sobre la banda de Moebius donde la superficie del sentido pasa perpetuamente a la de la ilusión.
Intentan persuadirnos de la buena finalidad ineluctable de la técnica, de que hagamos como si el entorno artificial fuera una segunda naturaleza, de que seleccionemos exclusivamente los reflejos automáticos, de acuerdo con las modalidades de una especie de código genéticomental. Intentan borrar cualquier reflejo sobrenatural del pensamiento, del pensamiento quereacciona instintivamente a la ilusión del mundo, que vuelve las apariencias contra la realidad, que juega con la ilusión del mundo en contra del propio mundo: la inteligencia maniquea del mal, la inteligencia del mundo como maquinación.
Si la herejía de las apariencias es nuestro crimen original, cualquier veleidad racional de eliminarla es el síntoma de un gran error de la voluntad, de una aberración del deseo.
ÍNDICE
EL CRIMEN PERFECTO
EL FANTASMA DE LA VOLUNTAD
LA ILUSIÓN RADICAL
EL GÉNESIS EN TRAMPANTOJO
LA ESCRITURA AUTOMÁTICA DEL MUNDO
EL HORIZONTE DE LA DESAPARICIÓN
LA CUENTA ATRÁS
LA ILUSIÓN MATERIAL
LOS VESTIGIOS SECRETOS DE LA PERFECCIÓNEL COLMO DE LA REALIDAD
LA IRONÍA DE LA TÉCNICA
EL SNOBISMO MAQUINAL
OBJECTS IN THIS MIRROREL SÍNDROME DE BABEL
EL PENSAMIENTO RADICAL
La otra cara del crimen
EL MUNDO SIN MUJERES
LA CIRUGÍA DE LA ALTERIDAD
EL PARO TÉCNICO DEL DESEO
EL NUEVO ORDEN VICTIMARIOLA INDIFERENCIA Y EL ODIO
Capaz que estaría bueno anexar en link para que pueda verse si uno entra en google libros y allí solicita descargar. Dado que si entrás de esa forma parece que este libro no está en google para descargar, sin embargo si haces una búsqueda simple, puede hacerse. También es importante aclarar que el libro está entero, porque si uno se fija por el número de hojas, da la impresión que falta una parte. Saludos. Lic. Psic. Elisa Guerra
ResponderEliminarNo entiendo lo que quieres decir sobre Google y libros. Explícamelo de otra manera y si es factible lo intentaré.
ResponderEliminarUn saludo
el libro me parece interesante
ResponderEliminarEnvisf
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