Pues eso, que uno andaba por ahí fuera y en el hotel pilló The Guardian, ese periódico que sería fenomenal si no viniera escrito en inglés, ya saben, quien esto escribe fue de educación francófona y el inglés lo domina totalmente sólo si es bajito y se deja, pero cuando en él aparece una foto de Clarence Clemons y la frase “Clarence Clemons who has died aged 69 after a stroke”, haces un esfuerzo y comienza a leer hasta que se te rompe el alma, hasta que en esos rincones de la memoria encuentras su sólo en Jungleland y lo saboreas, rescatas del pasado y la memoria aquel tiempo de locales de ensayo, música y escenarios y vuelves a casa con impaciencia por rebuscar en la colección de música todo lo que tienes de ese monstruo.
Probablemente Clarence Clemons no fuera nada sin Bruce Springsteen a su lado, ni Bruce Springsteen fuera tanto sin ese gigante junto a él. Desde 1985 cuando en Born to Run actuaron juntos la imagen del jefe apoyado en Clarence mostraba su fraternal amistad y compenetración. Clarence era el alma de la E Street Band, el envoltorio para “El Boss”. El hijo del vendedor de pescado que inició su carrera musical con el coro de la iglesia local cantando góspel descubrió la música cuando su padre le regaló un saxofón por Navidad e intentando imitar a King Curtis hasta que coincidió con Springsteen tocando en un bar y se marchó tras él.” Ganaba quince dólares semanales con Bruce por aquel entonces, pero tenía fe, era como seguir a Jesús” dijo Clarence posteriormente. La historia de cómo Clemons se unió a la E Street Band se sugiere en la canción Tenth Avenue Freeze-Out del
albun Born to Run. Aguantar dos álbumes fracasados mientras intentas mantener una familia hasta que llegó el éxito de Born to Run no es fácil, pero él supo hacerlo y así –junto con el Boss- pudio regalarnos temas como Badlands, The Ties That Bind, Independence Day o Bobby Jean.
albun Born to Run. Aguantar dos álbumes fracasados mientras intentas mantener una familia hasta que llegó el éxito de Born to Run no es fácil, pero él supo hacerlo y así –junto con el Boss- pudio regalarnos temas como Badlands, The Ties That Bind, Independence Day o Bobby Jean.
No siempre estuvieron juntos ambos, Springsteen prescindió de él durante un tiempo que Clarence aprovechó para crear su propia banda o tocar con gente como Aretha Franklin, Joe Walsh, Billy Preston, John doctor o Grateful Dead. Sin embargo nada era igual, cuando Bruce le llamó desde Japón en la gira con Ringo Starr se estaba dando el primer paso para el álbum The Rising (2002) y todo lo que vino después, incluidos algunos acompañamientos en el último álbum de Lady Gaga.
Sus cuatro hijos y su quinta esposa llorarán con nosotros la muerte de Clarence Clemons Anicholas, el saxofonista nacido 11 de enero 1942, y muerto el 18 de junio 2011. Algun anochecer de este verano, de nuevo habrá que sacar las guitarras, las armónicas, alguna batería escondida como por vergüenza hace tiempo y como el anterior, intentar emular en el porche de esa casa perdida entre viñas, chopos y cipreses los sonidos del rock, o quizá una noche fría de invierno volver al Baticano, ese bar pequeñito, mínimo, escondido, donde el escenario tiene el tamaño de una mesa camilla y son tantos los amigos que los acordes que salen de la guitarra de Xavi -todos con un regusto a la E Street Band- nunca llegan al suelo, siempre encuentran sitio en el alma de alguien. Habrá que volver, pero que nadie toque un saxo, sería pecado.
Un buen par de enormes y emocionantes pulmones que pasan a engrosar la banda del cielo. Nos queda su música... Larga vida, Clarence!
ResponderEliminarFelicidades Pablo, tú, con mucho más conocimiento que cualquiera de nosotros puedes afirmarlo. Los que no tocamos el saxo podemos sentir una melodía, amarla, dejarnos seducir por ella, envolvernos en la flexibilidad de los matices de su timbre dulce y sensual, intenso, arroparnos con la calidez y el intimismo de sus notas, pero sólo los que os acercáis de vez en cuando la boquilla a vuestros labios y acariciáis las llaves de ese instrumento podéis conocer la dificultad que presenta. Espero que sigas teniendo tiempo para tocarlo y que tus múltiples actividades docentes y empresariales, así como la promoción de tu libro “Equipos Innovadores. Herramientas para gestionar la diversidad creativa” (que me consta está siendo un éxito), no te priven de ello.
ResponderEliminarUn abrazo, que cumplas muchos y que no se te noten.