DESCARGAR: Las estructuras sociales de la economía (Pierre Bourdieu,2002).

El presente trabajo propone llevar la crítica hacia la abstracción ilusoria de los postulados económicos clásicos más allá de la crítica dentro de la economía.El discurso económico clásico reposa sobre principios que parecen incuestionables, pero basta estudiar de cerca una transacción para advertir que esos principios abstractos no dan cuenta de la realidad. La oferta, la demanda, el mercado e incluso el comprador y el vendedor son el producto de una construcción social, de forma que no se pueden describir acertadamente los procesos llamados «económicos» sin apelar a la sociología. En lugar de oponerlas, es hora de que comprendamos que la sociología y la economía constituyen una sola disciplina cuyo objeto es el análisis de los hechos sociales, de los cuales las transacciones económicas no son más que un aspecto. Un libro extraordinario en el que se despliega a la consideracion del lector el metodo de analisis sociiologico de Bourdieu. Una verdadera leccion de investigacion en sociologia.

Esta  obra  es  una  reelaboración  de  varios  articulos  publicados  con otros  sociólogos  franceses  en  la  revista  que  fundó  y  dirigió,  Actes  de  la  recherche  en  sciences sociales,   revisión   a   la   que   añadió   una   introducci6n,   conclusiones   y  un  post-scriptum. Ciertamente,  si  no  fuese por  estos  añadidos,  sería  más  apropiado  buscar  otro  título  para  el  libro, algo así como "sociología del adosado", si se me permite la broma. Ante un titulo tan general, se esconde un libro sobre un problema muy concreto, el  estudio  del  mercado  de

 la  vivienda  de  Francia,  con  especial  atenci6n  al  mercado inmobiliario de los chalés adosados. El material nuevo que acompaña al libro es el que da sentido a un titulo más abstracto, pues son unas reflexiones generales sobre los fundamentos sociales del mercado  y  una  crítica  a  algunas  aproximaciones  economicistas  al  estudio  de  los  problemas sociales, como algunas orientaciones de la elecci6n racional, criticas que tampoco son novedosas en su obra.

 El exceso de particularismo en el objeto de estudio combinado con la gran ambición teórica no es la  primera  vez  que  se  da  en  Bourdieu;  ya  en  sus  comienzos  hizo  un  estudio  sobre  la  fotografía, "ese  arte  medio",  es  decir,  un  arte  que  no  es  del  todo  arte,  y  que  puede  quedarse  en  simple registro  de  celebraciones  familiares.  Ciertamente, el problema de  la  vivienda  es  un  problema social básico, pues en torno a él gira una de las decisiones más importantes de las familias. Pero la  riqueza  de  detalles  con  la  que  lo  aborda  resulta  un  tanto  lejana  para  un  lector  ajeno  a  la problemática  francesa  que  describe,  siendo  a  veces  fácil  perderse  en  la  sopa  de  siglas  de  los diversos  organismos  relacionados  con  la  vivienda  en  Francia,  así  como  sus  características especificas  (que  por  otra  parte,  suelen estar  más o  menos  comentadas  por  el  traductor,  de forma que el lector no pierda por completo la referencia a tantas especificidades).

 Una  vez  descontado  este  exceso  de  particularismos,  que  a  veces  lastra  la  lectura  del  texto, estamos  ante  un  trabajo  redondo,  desde  una  perspectiva  bourdiana.  La  principal  novedad  que aporta  este  trabajo  a  la  comprensi6n  del  conjunto  de  la  obra  de  Bourdieu,  es  la  aplicaci6n  de  su método al estudio de lo que podríamos llamar un mercado claramente económico. Había aplicado sus  herramientas  te6ricas  al  estudio  del  arte,  la  filosofía,  las  instituciones  educativas,  los  estilos de  vida  franceses  o  cabilefios,  el  Estado;  pero  esta  es  la  primera  vez  que  presenta  en  libro  el estudio de un objeto de la relevancia del capital econ6mico es mucho mayor que en sus anteriores investigaciones, aunque también sea muy importante su componente  de capital simb6lico. Como el mismo señala (p. 62), hay un continuo entre la obra de arte pura (polo de capital simb6lico) y un  barril  de  petróleo  (polo  de  capital  económico),  y  la  vivienda  estaría  en  un  punto  intermedio entre esos dos polos, pues, por un lado, la vivienda contribuye a definir a su propietario de forma puramente  simb6lica  (puede  costar  econ6micamente  lo  mismo  vivir  en  una  buhardilla  en  el centro  que  en  un  adosado  en  las  afueras),  pero  también  es  muy  importante  como  estrategia econ6mica que compromete a la familia por un largo periodo.

 Sobre este objeto, mitad simbólico, mitad económico, Bourdieu pone a funcionar su metodología integral,  como  ya  mostró  de  forma  mucho  más  confusa  en  su  obra  magna,  La  distinci6n, considerado  uno  de  los  diez  libros  más  influyentes  por  los  asistentes  al  Congreso  de  la Asociaci6n internacional de Sociología celebrado en Montreal.

 Las últimas páginas del libro combinan su análisis de los fundamentos sociales de la economía con las posibilidades políticas de la globalizaci6n, pues ante el poder del capital que se mueve sin control frente a los trabajadores arraigados a un mundo de vida, es necesario que surjan fuerzas políticas que controlen a las fuerzas económicas. Su apuesta es por una especie de keynesianismo mundial, en el sentido de una mayor integración de las fuerzas políticas de tal forma que puedan controlar a las fuerzas económicas, para subordinarlas a fines universales. Y acaba con una apuesta por la sociedad civil, en el sentido de que reaccione frente a la oligarquía económica mundial.

(Extracto del trabajo de  J. S. Martinez Garcia publicado en Tempora nº7, 2004)

Pierre Bourdieu (2002) Las estructuras sociales de la economía,
Argentina, Ediciones manantial, 250 págs.

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