26 abr 2010

ASERTIVIDAD (IV) - Técnicas Y CONSEJOS.®

a. DISCO RAYADO. Para ser asertivo es necesario ser persistente.
Mantenerse en calma repitiendo la misma frase una y otra vez, desde un simple “NO”, a algo como “No, no puedo hacerlo” o “No, lamento no corresponder a tu petición, pero no quiero hacerlo”
No elevar la voz ni mostrar enojo o irritación.
No ofrecer ninguna explicación, excusa o justificación, basta con nuestra negativa. La persistencia en decir “No” de una manera amable será
 suficiente para agotar la demanda.
El comportamiento del oponente después de utilizar la técnica del “disco rayado” puede ser:
      • Claudicación por parte del otro.
      • Él es más asertivo que nosotros y sigue insistiendo.
      • Ofrece un compromiso realizable.
En el caso de la primera opción no tenemos nada que decir, si nuestro oponente utiliza la segunda, continuamos con nuestra técnica de disco rayado. En cuanto a la tercera opción (la oferta de un compromiso realizable) caben dos posibilidades
             1. Aceptar el compromiso o incluir pequeñas modificaciones que respeten nuestra
             autoestima.
             2. Si nuestra autoestima o el respeto por nosotros mismos está comprometido, no
             debemos de aceptar el compromiso y esto es muy, muy importante.

b. ASERTIVIDAD EN REUNIONES O GRUPOS SOCIALES
Ser asertivo también incluye la necesidad de poder presentarse siendo uno mismo, tanto en el ámbito laboral, como en el social. Un comportamiento libre y asertivo exige dar pistas a los demás sobre quienes y como somos, ello contribuye a iniciar una relación o una conversación. No debemos sentir ningún temor a utilizar frases como “Hola, soy José Pérez, de Valladolid y trabajo en X”. La expresión libre de este tipo de información contribuye a autorregular nuestro discurso y el de los demás, recogemos información de los demás y exponemos nuestra posición. Incluso y puesto que nuestros amigos podrán ser representativos de nuestra forma de ser, responder a la presentación del otro con un “¡Oh! Mi amigo X trabaja en el departamento de gestión de su empresa”.
No debemos de tener miedo a aceptar algunos de nuestros puntos negativos. Este es uno de los más potentes métodos de aceptarte a ti mismo como eres, e igualmente para iniciar y disfrutar de una conversación social.

c. CONTACTO VISUAL.
El lenguaje corporal o no-verbal es más importante para ejercer nuestra asertividad que el verbal. El contacto visual es el primer requisito para demostrar al otro nuestra confianza en él, e igualmente decirle que puede confiar en nosotros.
Un comportamiento que incluya nerviosismo y/o mirada huidiza nos hace parecer poco asertivos.

d. NEBULIZACIÓN
Existe un concepto al que se ha denominado con el curioso nombre de “nebulización”. En esencia consiste en aprender a ser como la niebla, es decir:
       • Parecer algo sólido, sin visibilidad, pero que permite que las cosas pueden pasar.
       • No presentar “superficies duras” donde las cosas rebotan, no ser una piedra.
       • No negar las críticas si son reales.
       • No estar a la defensiva, sino dejar que los otros nos penetren.
       • No estar siempre al contraataque, mantenernos en nuestro sitio pero sin luchar.
       • No buscar motivos detrás de una crítica que puede ser constructiva.

e. iR UN POCO MÁS ALLÁ.
Respecto del punto planteado en el apartado “nebulización” como “la crítica”, es bueno aceptarla si está basada en un hecho real, e incluso ir un poco “más allá” con preguntas como por ejemplo: ¿Qué errores más encuentras en mi actuación/proyecto, etc.?, ¿Crees que hay algo más mejorable en mi actitud?, ¿qué más encuentras de malo en mi comportamiento?, Etc..Este tipo de actuación demuestra que no nos dejamos intimidar por la crítica y que realmente queremos mejorar.
Como vemos la asertividad no consiste única y exclusivamente en decir “NO”, sino en no permitir ser intimidados o presionados por otros, también incluye el no dejar que en nuestro grupo social o laboral se nos haga “invisibles”, por ejemplo al no dar a nuestras opiniones la debida consideración. Como ya hemos dicho tenemos el derecho a ser escuchados y respetados. Ello no significa crear o agravar conflictos.
El secreto de la asertividad está en el diálogo calmado pero firme, que nos permita pensar en las palabras y los gestos que estamos utilizando.
La asertividad no es algo que solamente elimine problemas en el ámbito laboral, también cuando la otra parte es un cónyuge o un amigo que sin darse cuenta pretenden dominarnos, situación más frecuente de lo que parece, debemos hacerles saber lo que está haciendo y como nos afecta para –con el tiempo-cambiar su comportamiento.
En muchas ocasiones es bueno ofrecer al mismo tiempo la alternativa, por ejemplo: “cuando permites a los niños hacer cosas que yo les he prohibido, me pierden el respeto, socavas mi autoridad y me siento mal. Me gustaría que antes de tomar esas decisiones pudiéramos hablar tú y yo”. Con una respuesta de este tipo, además de dejar claro que su comportamiento nos molesta, ofrecemos una salida.
En ocasiones dejamos de ser asertivos por el temor a las consecuencias, incluso sin preguntarnos a nosotros mismos -¿Qué es lo peor que puede suceder? Generalmente, encontraremos que aunque eso suceda no es tan malo. No puede serlo, puesto que ser asertivo es, por definición, no ser ofensivo. A pesar de todo, la gente a veces se ofende, debemos pensar que si alguien está dispuesto a sentirse ofendido, no hay nada que podamos hacer para evitarlo y a fin de cuentas… mantener a todo el mundo feliz no es nuestro trabajo.

f. ASERTIVIDAD NO ES AGRESIVIDAD, TAMPOCO NECESARIAMENTE "ALGO AGRADABLE" PARA EL OTRO.
Ni agresividad, ni descortesía, pero de alguna manera nos ha sido imbuido por nuestra cultura un agobiante concepto de “ser buenos”. Ya desde niños se nos dice que es bueno dejar que otros niños hagan lo que quieran y que “no está bien” no compartir nuestros juguetes, es bueno dar nuestros caramelos a los otros y no lo es pedir un poco más de pastel en una fiesta. Es decir, podemos tener una serie necesidades pero no debemos expresarlas.
Por otro lado, se nos educa para dar rodeos en nuestras pretensiones, “si no es demasiado problema”, “si usted tiene tiempo”, “quizá fuera bueno…”, etcétera. Esto no es ser asertivo, e incluso pudiera considerarse una forma de manipulación, si no realizamos una petición directa tampoco damos la oportunidad de que nos puedan decir no, e igualmente la de decirnos sí.


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