Pista, que viene el artista.

En el principio fue Dios, luego vino Rubalcaba. En España nunca nadie acumuló tanto poder durante tanto tiempo. Ex-ministro de todo lo ministrable, Vicepresidente, dueño del ejército, de la policía y de la televisión, Ministro de Interior, candidato a Presidente del Gobierno, Ministro Portavoz, en fin, que no quiero agotar este post diciendo todos los cargos que desempeña y ha desempeñado, pero ahora resulta que quien ha trabajado con Zapatero durante todo su gobierno e indudablemente a detentado cotas de poder altísimas, viene a salvarnos del Zapaterismo y sus desastres. ¡Así se escriben las biografías! Una campaña, un run run tan bien orquestado que kos santos inocentes parecen haberse  tragado que el candidato desciende inmaculado desde algún lugar más allá de los Gal y sus cadáveres cubiertos con cal, de la guerra sucia de secuestros y asesinatos, de los fondos reservados, de la gestación de un monstruo como la Logse,  de los De Juana Chaos, las T-4 y sus promesas de “punto y final” a las negociaciones retomadas semanas después, más allá de las jornadas electorales de reflexión empleadas en reflexionar sobre como tomar la calle para la propaganda torticera y el cerco de las sedes populares, de los Faisanes al vuelo, de las redadas selectivas de inmigrantes, en definitiva, desde un lugar aún más allá de

la ignominia, la mentira y el engaño. Rubalcaba presentado como un niño vestido de primera comunión, un héroe, un semidiós qué no sabe lo que es mentir, un bombero como los de Fukushima que viene a salvarnos de tsunamis y demás leches en vinagre, de cualquier mal que nos salpique. Treinta años expuesto, pero todas las corrupciones y porquerías no han logrado transmitirle ni su olor. Puro, sin mácula, llegó hasta aquí para salvarnos de todos esos desastres en que él... seamos benevolentes diciendo solamente que “colaboró”.

Este tipo que una vez tras otra ha retorcido el pescuezo a la Justicia arrastrando las togas por el fango, ha corregido los informes policiales, vicetodo permanente capaz de asistir al funeral de una víctima entre llamada y llamada a sus interlocutores filoetarras, este es el que reparte sonrisas mientras acumula poder y transmite su bondad y sabiduría a través de los contertulios habituales, esos que cobran sus escupitajos a precio de oro y también de otros cuantos bobos las botas de guardia en televisiones y periódicos, de sus amigos o enemigos políticos, lo mismo da, que ven peligrar el coche oficial y las prebendas y de unos cuantos bienintencionados proclives al despiste.

¿Puede el PSOE pensar que éste será quien siembre flores entre las ruinas que deja Zapatero? ¿Puede España permitirse tanto poder en manos de un personaje con un pasado tan poco edificante? ¿Pueden los militantes renegar del comediante de Rodiezmo que lo mismo canta la Internacional con los mineros puño en alto que convierte a Botín en su hechicero de cabecera, para echarse en brazos de este personaje capaz de apuñalar a cualquiera mientras sonríe? ¿Podemos todos esperar que este Moisés desengañado nos ayude en nuestra travesía del desierto trabajando para la mayoría y no en beneficio propio? ¿Puede toda una nación tragarse una biografía retocada para creer que este Mesías es la salvación de sus propias fechorías?

Pues puede, y si no al tiempo, apuesto una cena en Horcher –cuando no esté la Pajín, no podría tragar bocado- a que somos capaces de todos los lunes al sol que nos quedan seguir silbando Yesterday como si nada pasara. Alguno habrá que se niegue a hacer de palmero, pero todo quedará en algo así como una pregunta a la moda: “¿Estas indignado?”. Yo ya tengo la respuesta: “Sí, con él y los que esto hicieron. ¿Y qué?”

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El pasado 6 de Mayo Rosendo tocó para deleitarnos en este Valladolid que me mata.

Pues aquí está una canción de él. Como siempre increíble.

Escuchar  a Rosendo pinchando en el Play.

Este post fué un comentario colgado en el blog el pasado 2 de Junio durante la campaña celebrada entonces (vaya añito de votaciones). Lo traigo aquí por creer que está de plena actualidad.