Hay mucho síntomas de que nuestra forma de delegar es pobre o inadecuada y esto se pueden ver en los hábitos de trabajo de nuestros colaboradores, en la actitud de los mismos, en la productividad general de la organización, en el clima y ambiente laboral, etc. Aquí vamos a poner blanco sobre negro algunos de ellos, los más evidentes.
o Con frecuencia no cumplimos los plazos.
o El reparto de trabajo no es equitativo, algunos están mucho más ocupados que los demás.
o El manager generalmente está demasiado atareado y no tiene tiempo para hablar con sus colaboradores.
o Nuestro personal no está seguro de su grado de autoridad y responsabilidad.
o Las sugerencias de los empleados a menudo pasan
o Con frecuencia no cumplimos los plazos.
o El reparto de trabajo no es equitativo, algunos están mucho más ocupados que los demás.
o El manager generalmente está demasiado atareado y no tiene tiempo para hablar con sus colaboradores.
o Nuestro personal no está seguro de su grado de autoridad y responsabilidad.
o Las sugerencias de los empleados a menudo pasan