1- Derogar la delegación o delegar hacia arriba. En ocasiones nuestros colaboradores sienten que no saben cómo hacer aquello que les hemos delegado. En esta situación, es posible que nos pregunten qué es lo que pueden hacer en esas circunstancias. Muchos gestores que en la trampa y retoman la tarea que le asignaron a ese colaborador. Para evitar esta situación se trata de devolverle la moneda actuando a la inversa, es decir, hacer que el colaborador piense y resuelva el problema por sí mismo. Es una gran oportunidad para practicar las habilidades de coaching. Comience por preguntar al empleado utilizando preguntas abiertas -es decir aquellas que no pueden ser respondidas con un sí o un no, sino que precisan de una explicación más amplia- para averiguar lo que ha hecho hasta ese momento y lo que cree que debería de hacer a continuación. Ofrezca ayuda y apoyo, pero no retome una tarea que ha delegado en otra persona.
2- Dumping. Es posible que usted piense que está haciendo un excelente trabajo al delegar una tarea en un determinado colaborador y por eso se pregunte qué razón tiene esa persona para no es tan entusiasmado totalmente con la oportunidad que se le ha dado. Muy probablemente estemos hablando de un problema de comunicación. Es fácil suponer que el empleado conoce y entiende su motivación, pero a menudo, el empleado se percibe que está siendo objeto de “dumping”, es decir, que usted se está aprovechando de él. Para evitar que esto suceda, tenga un especial cuidado en explicar el beneficio que para él representa llevar adelante ese trabajo.
3- Robar la cartera. Algunos jefes suelen pasar por alto la importancia de dar los créditos a quien se debe y el mérito a quien realizó el trabajo duro. Asegúrese de dar el reconocimiento correspondiente y muy probablemente todo su personal y sus propios jefes le darán a usted el mérito y el reconocimiento por su trabajo de delegación y su buen hacer en el departamento.
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2- Dumping. Es posible que usted piense que está haciendo un excelente trabajo al delegar una tarea en un determinado colaborador y por eso se pregunte qué razón tiene esa persona para no es tan entusiasmado totalmente con la oportunidad que se le ha dado. Muy probablemente estemos hablando de un problema de comunicación. Es fácil suponer que el empleado conoce y entiende su motivación, pero a menudo, el empleado se percibe que está siendo objeto de “dumping”, es decir, que usted se está aprovechando de él. Para evitar que esto suceda, tenga un especial cuidado en explicar el beneficio que para él representa llevar adelante ese trabajo.
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