El problema: repetidamente tu jefe trata de gestionar aquellos proyectos que te encarga de una forma no adecuada.
La solución: deberás intentar tomar las riendas, pero esto no será posible si tu jefe no tiene claro cómo va a evolucionar el asunto. Realiza un plan detallado y preséntaselo tratando de introducir un feedback que os permita a ambos una evolución adecuada. No se trata de imponer tu plan, se trata de llegar a un acuerdo convenciéndole de la bondad
del mismo. Debes demostrarle que haciéndolo de esa manera es posible cumplir tanto los tiempos como el presupuesto. Tampoco te niegues a hacer algunas concesiones.
Si conseguimos en un par de ocasiones cumplir adecuadamente con sus deseos, llegará el momento en que nuestro jefe nos diga “lo que quiere hacer”, pero no “como lo quiere hacer”.
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