¡AHÍ LE TENEIS!

Sí, ahí está, justificando como puede sus cuatro convicciones fuera de onda, exhibiendo impúdicamente una teórica política de apoyo a los “jornaleros”, él, el campeón del paro. ¿Estolidez, vanidad o soberbia? Aquí, en esta España que nos duele, no es necesario ser inmigrante para necesitar comer todos los días y son miles los que lo hacen a trancas y barrancas.

Él, el agnóstico orgulloso de serlo, aunque lleve a sus hijas a colegios religiosos, aunque se casará por la iglesia.¡Gestos, siempre gestos! Él, el
laico que sonríe cuando cae un crucifijo, el salvador de miles de creyentes en una fe equivocada, abrazando la Biblia para recibir un abrazo como de paso, inconcreto, abstracto, relativo, de ese Dios casi negro al que eleva sus plegarias.

Hace no mucho sentado y demostrando su mala educación y su nula preparación política ante la bandera de los Estados Unidos, porque en aquel momento interesaba, hoy metafóricamente de rodillas rezando ante un Dios en el que no cree, para ser recibido en un país del que hace poco venían todos nuestros males. Una vez más, según sus profundas convicciones, pidiendo por favor -¿Cuánto nos habrá costado?- estrechar la mano de aquellos que había que mantener lejos hace cuatro días.

Bien, lo has conseguido, has compartido con ellos ese almuerzo, a lo mejor te han permitido untar en su café en par de churros, como no podía ser menos te han aplaudido, no eres tan ingenuo como para pensar que mañana, mientras en tu país miles de familias se buscan la vida quizá volviendo a la achicoria maldita, esos capitalistas de los que abominas traerán para todos el chocolate a la cama, no, no buscabas eso, sólo otro golpe de efecto, sacar pecho, mantener a los ingenuos que aún creen en ti en la ilusión de que si estás cerca de los grandes estadistas, quizá tú también seas uno de ellos.

Ya no te reciben en Europa, Sarkozi y la Merkel no son tus amigos por tu estulticia, a pesar de que lo intentaran despues de que apoyaste las candidaturas de sus contrincantes, tú siempre tan acertado. Tú, con tu proverbial sabiduría, siempre acertando y además, desde esa prepotencia que te hace creerte el salvador del mundo -impenitentemente locuaz- perdiendo unas oportunidades maravillosas de estar callado, como en Turquía, como tantas veces.

A los norteamericanos les caías lejos, pero seguro que ya te han conocido. Proclamas desde tu incultura que el español fue la primera lengua en que se rezó en América. ¿Es que tus asesores, siendo tantos, no saben que la lengua de la religión entonces era el latín? Claro, tú no. ¿Pero ellos tampoco? ¿Quién te escribe los discursos?

Con la misma rotundidad defiendes una utópica convivencia pacífica entre las “tres culturas” (como antropólogo social te digo que esta expresión duele en mis oídos), vivo en Castilla y los castillos siempre fueron fortalezas donde protegerse, según tú... ¿de qué o de quién, de los amigos?, pero con tal de salvar a tu periclitada “Alianza de Civilizaciones” (otra patada al conocimiento), mientes a sabiendas utilizando una vez más tal falacia. Solamente lees de la Biblia aquello que crees puede serte conveniente, olvidando que en la misma, en letras grandes y en lugar preferente está escrito “NO MENTIRÁS”.

Míster blablabla a hablado una vez más y una vez más ha intentado que los demás crean en lo que él no cree, porque si crees lo que dices solamente se te puede proponer como delegado de COU, nada que vaya más haya. ¿Hasta cuando?

Como verás -no lo dudo, SITEL y otras decisiones similares han convertido España en una coacción continúa a las libertades y alguno de tus sayones hurgará en los calzoncillos de este humilde blog y quien lo escribe- esta noche no soy tan agrio en mis expresiones, tan rudo, tan vulgar., esta noche escribo desde la tristeza y el cansancio que produce ver “ esta España que se va deshaciendo, deshaciendo y hoy ya es, más bien que un pueblo, la polvareda que queda cuando por la gran ruta histórica ha pasado galopando un gran pueblo”, “ esta España dacaida de su antiguo esplendor, relegada a los últimos límites de Occidente”. Como ni tú ni por lo visto tus asesores sabrán distinguirlo, ya os lo digo yo, la primera frase es de Ortega y la segunda de Valera. Pero ¿Qué interés pueden tener para ti ambos si lo único que te importa es la foto y ya la tienes?

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