En la Investigación Cuantitativa la recogida de datos se lleva a cabo normalmente con mucha anticipación al análisis de los mismos. Si ese análisis indica que es necesaria una recogida de datos adicional esto, por lo general, se llevará a cabo mediante un estudio subsecuente, un caso típico se daría mediante una revisión de la misma población. En la Investigación Cualitativa, por el contrario, la recolección de datos y el análisis de los mismos –en muchas ocasiones-se confunde en el tiempo. Los investigadores analizan los datos al mismo tiempo que éstos son recogidos, discriminando los
que tienen el suficiente interés de los que no.
que tienen el suficiente interés de los que no.
De lo anterior se deriva que en la Investigación Cualitativa, realizar la recogida de datos y el plan de análisis de acuerdo con la estructura planeada de antemano, supone frecuentemente un auténtico desafío. Alguien ha comparado la Investigación Cualitativa con la búsqueda o prospección de gemas, uno nunca sabe lo que va a encontrar, donde unos encontrarán auténticas joyas, otros no verán nada más que tierra y piedras. En esa búsqueda, una pequeña desviación inopinada puede descubrir la veta buena, dependiendo el resultado final también de la forma en que el mineral inicial sea tallado, pulido y presentado. Como gran parte de la Investigación Cualitativa tiene ese carácter secuencial, puede parecer desordenada, igualmente que las exploraciones de un buscador experto podrían parecer carentes de un objetivo a un observador ingenuo o poco entrenado.
Los rasgos característicos de la Investigación Cualitativa planteados en el párrafo anterior suponen uno de los principales problemas para conseguir financiación. Es difícil evaluar y financiar ofertas de investigación que no describen actividades específicas y sus tareas consecuentes. Por tanto, si buscamos esa evaluación positiva y financiación derivada, deberemos de articular de antemano los contornos y la lógica de un plan de análisis y recogida de datos, aun teniendo en cuenta la variabilidad que puede introducirse durante el desarrollo de la investigación.
La mejor forma de hacer frente a la citada dificultad está en la adquisición de una gran cantidad de conocimientos sobre el “sujeto” seleccionado antes de iniciar el trabajo de campo. La piedra angular de la investigación cualitativa bien realizada se coloca sobre el conocimiento profundo. Los investigadores cualitativos que ya tienen ese profundo conocimiento previo serán identificados -con mayor probabilidad- con un final exitoso, no así aquellos que por falta de conocimientos, experiencia, o por pura desidia, puedan ofrecer solamente dudosas expectativas. Ese conocimiento amplio y profundo sobre el sujeto también conlleva una grave “desventaja”, ello puede hacer que -al aproximarnos al sujeto de nuestra investigación- llevemos una serie de preconcepciones que interfieran en el desarrollo y búsqueda de nuevos descubrimientos.
Los investigadores cualitativos deben de concentrarse en evaluar y ampliar la teoría existente durante el proceso de investigación. Casi todas las investigaciones cualitativas tienen un gran potencial si somos capaces de conectar el conocimiento teórico, los conceptos científicos, los planteamientos sociales preexistentes, etc., con un análisis crítico capaz de revisar lo viejo desde una actitud aséptica, examinando desde esa posición las viejas teorías.
No se trata de desechar esas proposiciones o creencias, si no de usarlas de tal forma que nos ayuden para seleccionar nuestra investigación, la comparación es uno de los principales aspectos en la investigación cualitativa. Las teorías existentes son un aliado importantísimo en el inicio de cualquier estudio y las comparaciones pueden ser especificadas de antemano. Una vez que el estudio está en marcha, la comparación con esas antiguas teorías suponen un fructífero campo, siempre que los datos nos lo permitan. Otra posibilidad viene dada, desde el principio de la investigación, por las diferencias en las teorías existentes y su comparación, siendo factible incluso el análisis de las diferencias –o la simple comparación y enfrentamiento- entre las teorías, los estudios de caso, los sujetos, los procesos investigadores, etc., de otros estudiosos. Algunas de estas interpretaciones de teorías competidoras entre ellas o con la que se pretende desarrollar, serán observadas desde el principio, otras se producirá a lo largo de la investigación. Su conocimiento nos permitirá evaluaciones alternativas de nuestros datos y procedimientos. En resumen, el investigador cualitativo no debe de buscar solamente la confirmación de un determinado planteamiento, normalmente produce más impacto la aportación de pruebas que muestren la disconformidad con un determinado paradigma.
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