Como eso de firmar así ha producido un cierto cachondeo, pues vamos a explicarlo. Cuando estudié Antropología, uno de los primeros libros a leer fue “El Antropólogo Inocente” de Nigel Barley y yo creí que toda la carrera iba a ser igual de divertida. ¡Y un huevo! Sospechaba al iniciar este blog que como novato pasaría los mismos sudores que él cuando fue a estudiar el pueblo Dowayo (Camerún) y de ahí viene la firma. Aún no he soportado tanto como Nigel cuando, por ejemplo, se deja arrancar dos incisivos por un mecánico creyendo que se trataba de un dentista, pero todo llegará.
P.D. Si puedes lee el libro, te vas a partir de risa (humor inglés) viendo lo inocente que es al intentar aclimatarse al medio, sus peripecias, como le engañan allí y los de aquí con la financiación, etc.,su retorno a la “civilización” y demás. ¡PUES ALA. YA LO SABEIS!
Vaya sorpresa!!!!.
ResponderEliminarYo que pensaba que lo de inocente era por aquella fe ciega en el gallego, esa añoranza de gaviotas y aquellos cupones de estraperlo con los que podíamos conseguir un traje nuevo... en fin la verdad esta ahí fuera, con todo mi cariño la rojilla.
P.D:Mi próximo comentario sera menos amargo.
Te has creído todo lo que cuentan en la serie “Cuéntame” bonita y no fue así. Je.je.
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