26 jun 2010

Pensamiento único. ¿Libertad? Carta a Don José Antonio Alonso, portavoz del PSOE.

"Aquellos que niegan la libertad a otros
no la merecen para sí y bajo un Dios justo 
no pueden conservarla mucho tiempo."
Abraham Lincoln

Mire Don José Antonio, no deja usted de sorprenderme. Usted que fue el portavoz de Jueces para la Democracia y que -desde entonces hasta hoy- aprovechó sus apariciones en cualquier medio público para presentarse, en nombre de su partido y en el suyo propio, como el máximo valedor de la defensa de la libertad individual, usted al que escuché defender - claro que de eso hace ya tiempo y entonces no
estaba en el machito- la oposición a la autoridad si en un momento determinado considerábamos, desde nuestra libertad de pensamiento, que esa autoridad tomaba decisiones discordantes con el bien común. Cuestión que no deja de ser sorprendente viniendo de un juez, el encargado de hacer cumplir esas normas dictadas desde la autoridad. Hoy todo eso, mezclado con los residuos malolientes de sus virtudes morales ha sido arrojado por la alcantarilla de la obediencia partidista.
Antonio Gutiérrez al abstenerse y no aceptar la imposición de un voto positivo -que choca con su conciencia- para la Reforma Laboral urdida por su partido, ha colocado en un brete al gobierno socialista, su gobierno y el de él. No tanto por haber puesto de relieve que la “bondad” de la sempiterna izquierda defensora de los desheredados de la tierra..siempre y cuando las arcas estén llenas y no sea necesario reducir sus ingresos de trabajo para mantener nuestras prebendas, como por haber mostrado en negro sobre blanco el cambio de su jefe, ese personaje que hasta ayer era rojo y hoy, cuando Europa le ha apretado un par de agujeros el cinturón, se ha puesto azul de repente. Que nuestro Presidente puede ser hoy pirómano y mañana bombero ya lo sabíamos y lo que trato de explicarle lo suponíamos, pero usted, el vocero del PSOE nos lo ha dicho con todas las palabras, para ustedes la libertad individual, para ser más exactos la “libertad de pensar” o quizá simplemente la capacidad de pensar de las personas, es un mal menor al que hay que poner coto.
Don José Antonio, usted y yo sabemos que según la Constitución el voto de los senadores es “personal e indelegable” y si bien a otros altos cargos de ese gobierno seguramente sería necesario explicarles lo que significa ambas palabras, estoy seguro de que usted conoce el significado de ambas. Dice usted que “… la opinión es libre, pero la lealtad al Grupo Socialista es obligada”. ¡Cosas veredes Sancho! Basta con darse un chapuzón en la piscina del poder para que la ética, el comportamiento moral, la honestidad, la decencia y el decoro, desaparezcan como lo hace un mal olor en las axilas.
En mi afán por colaborar con usted en la supresión de esa “perniciosa manía de pensar” qué algunos tienen, con toda la humildad del mundo le propongo una serie de gritos o balidos (de balar, como los borregos) finales para sus próximos mítines. Elija usted, aunque tengo la seguridad de que todos pueden ser efectivos es posible que unos le gusten más que otros. Se los dejo continuación:
- ¡Viva el pensamiento único! El que viene dictado desde una partitocracia podrida (aquí se supone que estallaría el aplauso de la masa).
- ¡Vivan los Padres de la patria sin cerebro! Sólo un ejército borreguil de representantes del pueblo es necesario para gobernar (aquí también).
- ¡Viva la dictadura intelectual de izquierdas! Aquí estamos nosotros para aplicar aquel “Es gibt keine alternativen” del canciller socialdemócrata Gerhard Schröeder (este cuando sea necesario darle un toque internacional y cosmopolita al asunto).
- ¡Viva el consenso por imposición ¡ Y a ver quién tiene cojones para llamarnos dirigistas (con la chaqueta de pana queda como Dios).
- ¡Vivan los lerdos! Aquí estamos nosotros que lo sabemos todo (sólo si fuera necesario mostrar su superioridad intelectual).
- ¡Yes, we can ... have a single thought! For the one-idea state (Este para cuando vayan a rezar con Obama). Discúlpeme si existe alguna expresión más coloquial, pero el inglés sólo lo domino si es bajito y se deja, seguro que alguno de sus miles de asesores podrán mejorarlo.
Al inicio de este post le he dejado una reflexión de Abraham Lincoln, pero usted no se preocupe demasiado por aquello de que bajo un Dios justo usted no podría conservar su libertad mucho tiempo, en realidad usted ya la ha perdido a manos del Dios del poder. Negar la capacidad de pensar y obrar en consecuencia de su correligionario Antonio Gutiérrez supone el culmen del progresismo, del “todo vale” frente a los que se oponen a nuestra influencia. La negación de un derecho consustancial a la persona no puede oponerse a la necesidad de que este espejismo de realidad controle todo.
¡Ah, se me olvidaba! También había pensado en otro grito de guerra a entonar por todos (y todas, no vaya a ser que se me enfade Aído) para hacer “equipo” al final de las votaciones en Senado y Congreso, además, como es en Madrid, queda muy castizo y hermoso. Imagínese a todos los representantes del pueblo gritando a coro… ¡VIVAN LAS CAENAS!
Reciba un inafectuoso saludo. Suyo siempre en cuerpo y mente.
El antropólogo inocente.

3 comentarios:

  1. Se convierten en dictadores. Desde Malaga

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  2. Suprimir el pensamiento y la posibilidad de comportarse según nos dicte es la mayor de las tirenias.
    Madrileño

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  3. Como siempre...acertando en el clavo.Me aficioné a tu blog con algún comentario anterior y aquí me tienes.
    Gracias antropólogo inocente.

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