Un “desesperado” me deja un comentario en el primer post de esta cadena con la solicitud de unos consejos para aquellos que –como parece ser su caso- tienen un jefe alcohólico o “adicto a cualquier tipo de drogas”, añado yo.
Pues tengo malas noticias para ti amigo, pero vamos a intentarlo, aunque debo decirte de antemano que el asunto no tiene una solución fácil. ¿Cómo abordarlo?
- Confirma tus sospechas.
Está claro que tu jefe no es “santo de tu devoción”, por tanto, en primer
lugar intenta analizar la situación lo más objetivamente posible. La gran mayoría de personas ha cogido una borrachera sin que ello signifique que sean adictos al alcohol, igualmente con otras drogas, el juego, el sexo, etc. Por otro lado, lo que él haga en su vida privada no debe ser juzgado por sus colaboradores si no supone un problema laboral. Esa es la clave de la cuestión en lo que a ti concierne, si su “adicción” genera problemas en el trabajo es asunto tuyo, en caso contrario no.
lugar intenta analizar la situación lo más objetivamente posible. La gran mayoría de personas ha cogido una borrachera sin que ello signifique que sean adictos al alcohol, igualmente con otras drogas, el juego, el sexo, etc. Por otro lado, lo que él haga en su vida privada no debe ser juzgado por sus colaboradores si no supone un problema laboral. Esa es la clave de la cuestión en lo que a ti concierne, si su “adicción” genera problemas en el trabajo es asunto tuyo, en caso contrario no.
- Evalúa la situación serenamente.
No me dices si tu jefe es primo del director general o si las juergas se las corre conjuntamente con el resto de la cadena, de él hacia arriba, es decir, si sus jefes también son “adictos”. En ese caso solamente te quedan tres opciones: convertirte tú también en adicto, convertirte en su camello o –suponiendo que estas dos posibilidades primeras no sean de tu agrado- abandonar la empresa y hacerlo como la mujer de Lot… sin la posibilidad de mirar atrás para no convertirte en estatua de sal.
- Registra los incidentes.
Supongamos que el “problema” de tu jefe es algo inusual en la empresa y posiblemente mal visto, pues bien, a la hora de plantear una cuestión los humanos solamente podemos hacerlo desde tres puntos de vista, los hechos, las opiniones y los sentimientos. Los sentimientos son propios y por tanto subjetivos, las opiniones están mediadas por los sentimientos y eso hace que también sean subjetivas, las máximas instancias de tu empresa o el departamento de Recursos Humanos tendrán sus opiniones y sentimientos propios que pueden no ser coincidente con los tuyos, no pelees, no se los vas a cambiar. En este tipo de cuestiones y en casi todas, lo único que se puede poner sobre la mesa son los hechos, constatables y medibles, así que es el momento de iniciar un registro de cada vez que ha dejado de asistir a una reunión, no se ha presentado al trabajo, ha perdido un cliente por adoptar malas formas claramente influenciadas por el alcohol, ha hecho un comentario sexual inadecuado, etc.. Tomar nota del incidente significa apuntar la fecha, hora, a quien afectó el incidente, quien estaba presente y que fue lo que sucedió, por este orden.
- Vamos allá.
Cuando hayas reunido suficientes pruebas para demostrarn que no se trata de hechos aislados, sino de un patrón de comportamiento, es decir, una docena de hechos similares, es el momento de lanzarte al ruedo. Llegar a la cabeza del grupo o a quién puede tomar la decisión en el Departamento de Recursos Humanos a veces no es fácil, pero hay que hacerlo. No lo plantees como algo personal, sino como un problema de empresa. Formula tu preocupación por la dificultad que ello representa para alcanzar los objetivos.
- Prepárate para la decepción.
No solamente es posible, sino que es altamente probable que no pase nada y si pasa sea malo para ti, desde un cambio de oficina, donde el nuevo jefe o es amigo tuyo o te recibirá con reticencias, hasta la permanencia con ese “amigo del alma” que has conseguido -después de tu acción- como jefe. En este último caso... vuelve al final del punto 2.
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Me parece un buen consejo, y sobre todo muy clarificadora a la hora de estar sufriendo un compañero de trabajo problemático o incompetente. La solución es clara, intentar llevarlo lo mejor posible porque al final, hagas lo que hagas, el malo de la película termina siendo el que quiere cambiar el problema, y el que lo crea seguirá ahí, inamovible y si no tenemos cuidado víctima de acoso del compañero acosado. Gracias
ResponderEliminarLo pillas todo Pilar. Un cerebro tan lúcido seguramente no precise de estos consejos.
ResponderEliminarGracias por tu respuesta.Confirmas lo que yo pensaba.
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