Lo más importante que podemos hacer es centrarnos en el objetivo de la reunión de revisión en cuanto a la alineación de metas y objetivos de rendimiento. Eso significa no perderse en los detalles y sobre todo… no discutir, sino argumentar. Si tu jefe sostiene errores sobre asuntos importantes, es necesario debatirlo, pero no en este momento, estás con quién te va a devaluar si consigues ponerle contra la pared. Se trata de ti, de tu jefe y la comunicación entre los dos y el fortalecimiento de ese vínculo es más importante, en este momento, que darle un puñetazo moral en plena cara.
La mejor forma de asegurarte de que esto no ocurra es llevar hechas las
tareas y estar dispuesto a respaldar tus afirmaciones de la forma adecuada. No podemos decir “Este ha sido el año que más he trabajado, mucho más que los demás trabajadores”, sí debemos decir “Mi productividad ha subido un 25%, los ingresos generados un 40%,” o bien “ he recibido una respuesta positiva a través de correo electrónico y personalmente de tres jefes de departamento por la implantación del nuevo sistema”.
tareas y estar dispuesto a respaldar tus afirmaciones de la forma adecuada. No podemos decir “Este ha sido el año que más he trabajado, mucho más que los demás trabajadores”, sí debemos decir “Mi productividad ha subido un 25%, los ingresos generados un 40%,” o bien “ he recibido una respuesta positiva a través de correo electrónico y personalmente de tres jefes de departamento por la implantación del nuevo sistema”.
Es importante buscar y alcanzar la claridad. Tú tienes el derecho –y seguramente la obligación -de salir de ese “examen” con una idea clara de cómo opina tu jefe respecto de lo que hiciste el año pasado, cuáles cree que son tus fortalezas y debilidades y lo que espera de ti en el futuro, de otra forma es imposible obtener una buena revisión en el próximo año y un desempeño correcto durante el mismo.
Ten confianza, sé honesto y recuerda que el éxito de tu jefe depende del éxito de las personas que trabajan para él. Es muy probable que él tenga interés en hacerlo lo mejor posible y si tú también tiene interés en hacerlo lo mejor posible, aprovecha al máximo esta oportunidad para recibir orientaciones adecuadas.
Si no consigues nada, si tú jefe no es capaz de entender que "tu éxito es su éxito y tu fracaso es también su fracaso", intenta no sufrir demasiado y controlar la desmotivación inherente a una mala valoración, ya sabes que... no eres lo que te hagan, sino lo que tú hagas.
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