7 dic 2010

ESTADO DE ALARMA. ESTOY ALARMADO.

Libertad es ese espacio que
nos dejan las ineficiencias
del poder.

Me produce sobresalto el sonido de las alarmas. Me inquieta que unos desalmados puedan poner en jaque un país. Porque así ha sido, los controladores, esos ventajistas que al saberse imprescindibles se crecieron de tal manera que secuestraron a no sé cuantos cientos de miles de personas en esos “no lugares” -según la denominación de Marc Augé- donde el vértigo de la sobremodernidad nos convierte en objetos del anonimato. La falta de identidad, la despersonalización que las masas confieren al individuo hubiera debilitado rapidamente el asunto tal y como sucedió en las recientes huelgas salvajes en Francia, en Alemania,Inglaterra, en tantos otros sitios, sin ir mucho más lejos Madrid, donde se impidió la movilidad a los dos millones y medio de usuarios del metro (más los autobuses, más autocares y coches privados que ahora se movían libremente) sin que nuestro Presidente Rubalcaba, ni Zapatero, ese desaparecido Ministro de Deportes acudieran a salvarlos “manu militari”. Quizá porque entonces este
gobierno, el del ejército de la Srta. Pepis, el del “No a sólo alguna guerra”, el que se niega a reconocer como caídos en combate a los muertos en Iraq, Afganistán, etc., veían a sus amigos en los piquetes coactivos, quizá por el cálculo electoral, porque entonces eran sindicatos “de clase” y ahora no, quizá porque entonces la diana de todo los dardos sería el partido de la oposición, quizá porque aquella huelga se había convocado con los quince días de antelación obligatorios y ahora ellos mismos habían sacado el decreto con tanta premura que imposibilitaban la convocatoria sin que éste entrará en vigor. Quizá porque esto convertía a la protesta en una huelga ilegal y las huelgas -esa forma de protesta de los trabajadores que cada vez está más regulada por los poderosos- entonces las habían convertido en legales ellos mismos al concederlas, aunque esa concesión no permitiera el incumplimiento de los servicios mínimos, el bloqueo de cocheras y estaciones, la violencia, el destrozo de materiales ni la sangre de los que sólo querían trabajar.
Trato de encontrar justificaciones a este “Estado de Alarma” (que me alarma) y sólo las encuentro en la estupidez de un colectivo profesional al que el gobierno enseñó el pico de la muleta y ellos embistieron ciegos de prepotencia sin saber que al final de la faena serían recompensados con el estoque. Mientras tanto, Rasputín Rubalcaba se frotaba las manos viendo como la crisis y la tensión con Marruecos, la confianza en un Zapatero venido a menos y en su “valido” venido a más, el deterioro de la imagen-país, la crisis que no quisieron ver a tiempo, la falta de medidas eficaces y el exceso de medidas absurdas, el gasto público desmesurado, los abrazos a dictadores, las amistades y componendas con unos sindicatos representativos que sólo se representan a sí mismos, la necesidad de una carísima financiación semanal a un precio desmesurado, la inseguridad jurídica que merma la competitividad, la aplicación retroactiva de leyes como el Estatuto que ponen en duda la jerarquía de la ley suprema, la gran derrota electoral en Cataluña, las encuestas demoledoras, la privación del pan a los parados de larga duración, la bajada de impuestos a las empresas y subida los trabajadores, todo eso y más quedaba en un segundo plano. Por eso nuestro flamante Primer Ministro se frotaba las manos.
Recuerdo una pregunta de esas tontas a las que jugábamos cuando éramos unos chiquillos, le preguntábamos al otro muy serios por la forma de pasar un elefante desapercibido por la Plaza Mayor, la respuesta era obvia, dentro de una manada de elefantes. Otras veces se trataba de esconder un cadáver, esperando que el preguntado no diera con la sensata respuesta de que en un cementerio. Pues bien, con esa receta de niños de colegio lo han logrado, han conseguido que una situación alarmante pase completamente desapercibida dentro de un “Estado de Alarma”. La colaboración de unos insensatos cegados por la prepotencia era necesaria, había que hacerles embestir el capote y lo lograron, embistieron como toros furiosos hasta el final, la faena -la sucia faena- estaba hecha y sólo faltaba estoquear. Estoquear nuestras libertades, nuestra democracia, sin cuidar las formas, poniendo en marcha una ley propia de dictadores que permite mandar a picar piedra al que se mueva y haciéndolo de una forma que plantea serias dudas ya que no puede hacerse sin que la paralización de un servicio público coincida con "una situación de catástrofe o desabastecimiento", algo que no parece estar ocurriendo en este momento. Estaríamos por tanto en un supuesto de Estado de Alarma ilegal que suspende derechos fundamentales. Seguramente sonaba muy fuerte implantar el siguiente paso en gravedad, el Estado de Excepción que no exige la concurrencia de desabastecimiento o catástrofe. ¿Quizá, tambien, porque la diferencia entre ambos viene dada por qué el Estado de Excepción debe aprobarlo el Parlamento? El de Alarma “será declarado por el Gobierno mediante decreto acordado en Consejo de Ministros por un plazo máximo de quince días, dando cuenta al Congreso de los Diputados, reunido inmediatamente al efecto”. Una diferencia sustancial la miremos por donde la miremos. ¡AH! El Estado de Alarma no precisa de la aprobación del Parlamento, basta con la decisión de Rasputín y la aquiescencia de ese cadaver político que aún de cuerpo presente sigue figurando como presidente . Añadamos que el plazo de quince días es un plazo “máximo”, lo cual quiere decir que hubiera podido abolirse al día siguiente sin alragar esta situación en que todos nos encontramos privados de parte de nuestros derechos civiles y podríamos ser juzgados eventualmente bajo un código militar, sin alargar esta vuelta a la mili obligatoria derogada en su momento por la derecha militarista de un tal Aznar. Pero no, Rubalcaba habla de una prorroga, quizás indefinida, que impide celebrar nuevas elecciones porque mientras se halle en vigor no se pueden disolver las cámaras.No digo que tenga nada que ver esa imposibilidad de una moción de censura, de propiciar la caida de un gobierno más que caido hundido en el barro de sus propias acciones, ese gobierno que ahora dice por boca de su Fiscal General que "se dará mejor trato a los que prueben coacciones", es decir, A LOS QUE DELATEN A OTROS, especialmente  si son dirigentes sindicales de uno de los pocos sindicatos que este gobierno no maneja. ¿Hasta donde vamos a llegar?
El autogolpe de Fujimori me pilló en aquel Perú ahora lejano. ¿Se ha dado aquí también un “autogolpe” de estado? Juro que no lo sé, pero sí al menos un “ Golpe de Efecto”.

CODA: Hoy, el día que celebramos 32 años de nuestra Costitución, sólo a un gobierno como el nuestro se le ocurre celebrarlo decretando un “Estado De Alarma”, suspendiendo garantías constitucionales, haciéndoselo firmar a un rey que está apagando fuegos a más de 12000 kilómetros de distancia, con un Congreso –que por ley hubiera debido ser “reunido inmediatamente”- de puente. Sólo un Presidente que aplica -por primera vez en democracia- una norma que suspende derechos fundamentales y permite las requisas, los allanamientos, que nos retira el paraguas protector de las leyes civiles, que pone a todas las autoridades civiles, la policía, Guardia Civil, a todos los funcionarios bajo la disciplina y órdenes de la autoridad militar mientras dure el Estado de Alarma, que deja al libre albedrío de esa autoridad militar un montón de medidas que “dependen de la causa de su declaración”, entre otras la posibilidad de “limitar la circulación o permanencia de vehículos o personas, las reuniones en grupos de más de cinco personas, las requisas de cualquier bien perteneciente a un ciudadano, las prestaciones personales obligatorias, la intervención transitoria de industrias, fábricas, fincas, edificios públicos, etc, la limitación del uso de servicios o el consumo de artículos de primera necesidad” o la posibilidad de “impartir órdenes para asegurar el abastecimiento y funcionamiento de servicios y centros de producción”. Decía que sólo un Presidente que hace todo eso en democracia y lo hace sin despeinarse un pelo, puede enviar a sus segundos a comunicarnos algo tan grave… sin avergonzarse.

4 comentarios:

  1. Pienso como tú. León

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  2. Muy bien explicado.Añadiría que se trata de intentar revitalizar el "efecto Rubalcaba" que se desinfló enseguida.
    Desde Sevilla

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  3. No creo que Zapatero esté ni muerto ni de cuerpo presente como dices.

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  4. Si esta la hubiera montado un gobierno de otro signo, hablo de ponernos a todos a marcar el paso,no sé lo que hubiera pasado.
    Hoy vinieron a por los controladores, que se lo merecian, pero nadie se da cuenta de que se soluciono con un problema mayor. Es muy grave, muy grave lo que está pasando. Abierto el melón de poner al que no trabaja bajo la jurisdicción militar que más pude venirnos. Si dejan de trabajar los carteros ¿También se les militarizara? ¿Y los panaderos, os médicos, los conductores de autobuses, el personal de Renfe, los repartidores de butano, el personal de gasolineras, etc? ¿Todos trabajando por “galones?
    Ni en la dictadura.
    Un abogado Palentino. Gracias por tu valentía y cordura.

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