un ataque a nuestros soldados en la ruta Lithium que une Qala e Naw con Bala Murghab y no tiraban confetis, sino granadas y balas. Siendo nuestras tropas, según estos linces, albañiles constructores de escuelas, hospitales y guarderías, a los que acompañan de buen grado un nutrido grupo de decoradores para darle el toque chic, pues no se entiende por que esos humos. Va a ser que estos talibanes despistaos no han entendido nada o nos confunden con otros, serán los mismos moñaciegos que nos atacaron el pasado día 16 que siguen totalmente fumaos.
Los más enterados dicen que nuestras tropas de reconstrucción -al menos en Herat- ná de ná, sino que son los Iraníes, si señor, los ayatolaes con túnica, los que están haciendo inversiones gigantescas en la zona. ¿Datos? En 2008 exportaron bienes por 500 millones de dólares a esa provincia sin contar el petróleo, están construyendo la carretera y el ferrocarril, el tendido eléctrico en la capital y alrededores, la fabrica de coches Khodro, filial de la más importante constructora de coches de Irán. ¿Es suficiente?
Cuando nuestros soldados escoltan un convoy de materiales para una escuela, están ayudando al desarrollo de ideas radicales impartidas por los clérigos iraníes que han asumido la educación en esas escuelas y fomentando el poder de la más amenazadora de las naciones con potencial atómico, cuando son atacados por los talibanes...pues a llamar a los que pueden disparar y que nos saquen del embolao, por que esa es otra, disparar no, que a lo peor hacemos pupita a algún chavalín de los del turbante y encima nos ponen castigados cara a la pared. La ministra no debe de saber esto, una mujer honesta como ella nos lo hubiera contado, será que el CNI ni le llama ni le escribe.
Nuestros soldados no producen bajas, excepto aquel que disparo desde el helicóptero a los piratas somalíes en la lancha, que con el apoyo de las dos fragatas, el avión de reconocimiento, las tropas de élite, el CNI y el satélite INTELSAT, logro acertarle en toda la línea de flotación a una pescadilla que pasaba por allí. Sospecho que en el Ministerio estén planteándose como premio hacerle socio honorífico de la ONCE, o fusilarle al amanecer por los daños colaterales. Vete a saber.
Bueno, pues visto lo visto he aquí la segunda receta contra la crisis, propongo cerrar los cuarteles y adecentarlos adecuadamente porque así no están en condiciones para hacer un botellón con las mínimas garantías. Podrían adecentarlos los mismos militares que ya saben tanto de “reconstrucción” y “sociedad civil”, e incluso colaborar haciendo de relaciones públicas que es lo suyo.
Una vez cerrados los cuarteles, el Ministerio, traídas y recicladas las tropas para su nueva misión, hacer un concurso estilo Operación Triunfo y el que mejor voz tenga que grave una cinta en diferentes idiomas con el texto:
¡NO DISPAREN, NOS RENDIMOS!
O algo parecido. Total, así nos ahorramos otra pasta gansa.
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