7 dic 2009

UNA DE ANTROPOLOGÍA


No sabía yo que mi amigo Pedro, ese tipo sencillo, sereno, al que no hace mucho acosó como jauría toda una administración por intentar ser honrado y tan lleno de bonhomía que unió a un grupo de HOMBRES, AMIGOS (con mayúsculas las dos) para salvarle de las garras de aquellos cantamañanas convertidos en políticos, aquellos soplapollas que vendían su orgullo y su vergüenza por un plato de lentejas, no sabía yo, decía, que tuviera como afición la antropología. Ese tipo que lavó la bandera de su ética solo con su coraje, a pesar de que algunos sacáramos la faca y con ella en la boca nos lanzáramos a las aguas procelosas de apuñalar hijos de puta, ese tipo, posiblemente imaginando que los antropólogos solo estudiamos cosas raras, me manda un cuadrito que duele solo verlo.
El acto de parir, ya se trate de un hijo o una idea, va siempre acompañado de dolor. Los indios huicholes piensan que la pareja de la mujer debe compartir el dolor y el placer de dar a luz:, por eso, mientras ella está de parto, el marido se sienta en las vigas situadas sobre su cabeza con una cuerda atada a los testículos. Cada vez que tiene una contracción, la parturienta tira de la cuerda. Al final el marido siente tanta alegría por el nacimiento del niño como la mujer ¡O incluso más! Si supierais a quien imagino con la cuerda en ese sitio.

2 comentarios:

  1. Querido amigo: con gran satisfacción percibo que nos otorgas unas perlas de tu saber y entender. Me alegra ser perceptor del beneficio de la lectura de este espacio en el que tanto cariño y entusiasmo has puesto. Ánimo en el empeño,...aunque lo digo con voz bajita pues este modelo indígena que propones como imagen de igualdad de género hace que se me suelten las cuerdas vocales y asciendan las gónadas a espacios de mayor cobijo. Un abrazote. Luis Antonio.

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  2. Gracias AMIGO.Tu amistad es un lujo para todos los que podemos presumir de disfrutarla. Me ha gustado mucho este nuevo invento con el que nos obsequias, siempre tan sorprendente. Tu nieto es una preciosidad, un regalo de Dios, que ha de hacer muy feliz a toda tu familia. Un beso para Mar y un fortisimo abrazo para ti.

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